Hace tiempo que quería hablar de este tema, no os voy a hablar de la operación bikini, ni nada parecido aunque, en esta época primaveral en que empezamos a quitarnos abrigos y demás capas que nos ocultan. Seguro que muchos de nosotros estamos haciendo la guerra a esos kilitos que se han aposentado en nuestro cuerpo serrano.
La foto que acompaña estas palabras pertenece al cuento “Malena en el espejo” he cogido esta ilustración que tan bien representa lo que muchos de nosotros sentimos en muchas ocasiones.
Cuántas veces oímos: “No estuviste a la altura……”, “No has dado la talla……..”, “No eres lo que esperaba……”, “Me has defraudado…….”, “Esperaba más de ti……”, frases como estas, muy parecidas o exactamente estas.
Pasamos la vida estirándonos, intentando ser quién no somos, queriendo llegar a una altura que algún día alguien (ya no recordamos muy bien quién), nos marcó, siempre según sus parámetros, por supuesto. Dedicándonos en cuerpo y alma a cumplir con un objetivo que no nos corresponde , que no deseamos y que en realidad no significa nada para nosotros.
Alguien nos dijo un día las notas que teníamos que sacar, y en base a las notas que sacamos en el colegio, la carrera universitaria o la formación profesional que deberíamos escoger. Y cuando cumplimos con eso, el coche que debíamos comprar, la casa que debíamos tener, el trabajo al que debíamos aspirar. Dependiendo de nuestras notas y de nuestro sexo, porque claro si eres mujer, piénsate que luego quizás quieras ser madre, no sea que por ser demasiado ambiciosa, no tengas tiempo para tu familia.
Una persona con cierto nivel, debe aspirar a determinada pareja que vaya acorde con ella y, se mueva en los mismos ambientes y, por supuesto, todo esto sin que en algunas ocasiones tú te puedas preguntar si en realidad estas cumpliendo TUS PROYECTOS, TUS SUEÑOS, TUS EXPECTATIVAS, o realmente estás cargando con una mochila que un día alguien colocó sobre ti: Tú eres una niña muy dulce serás una madre estupenda. Con esas notas serás un ingeniero fantástico. Tú eres muy buena escuchando, deberías ser psicóloga. Todas estas frases repetidas un número determinado de veces, hacen que las personas ya no se planteen que es lo que realmente quieren o queremos hacer con sus o nuestras vidas, sino que directamente seguimos esas pautas que alguien nos marcó.
Normalmente ese alguien, es una persona muy amada para nosotros, que con todo su amor y su mejor intención, carga sobre nuestra espalda todas sus frustraciones y sus sueños por cumplir, para que vivamos la vida que ellos soñaron vivir. Y cargando con este peso adicional, intentamos ser quienes nos piden que seamos, cumplir los sueños que quedaron en el camino, y estar a la altura de lo que se nos exige….porque hay que “dar la talla”, aunque nos rompamos en el intento, aunque sintamos que dentro de nosotros algo se quiebra al pensar en lo que pudo ser y no fue. Y de nuevo comienza el ciclo, tenemos los hijos como está marcado y sin darnos cuenta, les cargamos la mochila, con nuestros miedos, nuestros sueños por cumplir, y como no….con nuestras expectativas, para que otra vez alguien sienta que por mucho que se estire,… nunca llegará a la medida que alguien un día marcó. Para que,ya que él no pudo, otro lo cumpliese.
Portemos nuestros propios sueños rotos, nuestros proyectos, nuestros pesares y alegrías, y dejemos que cada uno se cree por si mismo los suyos; probemos a ser generosos con los que vienen detrás. Comprensivos, con los que nos cargaron sin saberlo o sabiéndolo con sus mochilas.Y….. compasivos con nosotros mismos para perdonarnos por el tiempo, el esfuerzo, y en algunos casos la frustración que ha supuesto, intentar complacer constantemente a otros. Siendo quienes no somos y haciendo lo que no nos gusta.